Caminar de forma regular, preferiblemente a paso rápido durante 30 a 45 minutos al día, es uno de los ejercicios más eficaces para mantener la próstata saludable. Este tipo de actividad aeróbica mejora la circulación sanguínea en la región pélvica, ayuda a controlar el peso corporal y reduce los niveles de inflamación, lo que puede prevenir la aparición de problemas como la hiperplasia prostática benigna (HPB).
Los ejercicios de Kegel, que fortalecen los músculos del suelo pélvico, son muy beneficiosos para los hombres, especialmente aquellos que presentan escapes de orina o han sido sometidos a cirugía prostática. Estos ejercicios consisten en contraer los músculos como si se intentara detener el flujo de orina, mantener la contracción unos segundos y luego relajar. Con práctica constante, se logran mejoras notables en el control urinario.
El entrenamiento de resistencia, como levantar pesas o hacer ejercicios con el propio peso corporal, puede mejorar significativamente la salud prostática. Este tipo de ejercicio ayuda a reducir la grasa abdominal, que está relacionada con desequilibrios hormonales y mayor riesgo de inflamación prostática. Además, contribuye a mantener niveles óptimos de testosterona, esenciales para la función prostática normal.
El yoga ofrece beneficios únicos para la salud de la próstata, al combinar movilidad pélvica, control respiratorio y relajación. Posturas como la mariposa, la cobra y el guerrero ayudan a liberar la tensión de la zona baja del abdomen y mejorar el flujo sanguíneo hacia la próstata. Además, la reducción del estrés que proporciona el yoga puede disminuir síntomas como la frecuencia urinaria o el malestar pélvico.
La natación es una excelente opción para hombres que buscan un ejercicio completo sin impacto en las articulaciones ni presión directa sobre la región prostática. Al moverse en el agua, se ejercitan todos los grupos musculares de forma uniforme, se mejora la capacidad pulmonar y se reduce el riesgo de inflamación. Nadar de forma moderada y regular es ideal para mantener un estado físico general óptimo y una próstata funcional.